26 de septiembre de 2003
María José Quintanilla: “Yo estoy para pasarlo bien, no para fijarme en el ráting”

Por Patricio Rojas Saá
Fuente: Las Últimas Noticias

“Yo me encuentro una persona introvertida, un poquito desordenada, muy loca y enojona cuando algo me sale mal”, dice María José.

El lunes, cuando Canal 13 sumó a “ADN” a la competencia de la tarde, “Rojo” recibió la visita de su estrella. Sobre el Rafa Araneda, ella afirma: “A mí él siempre me apoyó, celebró mis triunfos y estaba cuando sufría un percance”.

Durante todo su periodo en el programa de TVN, la risueña cantante ha pasado del pelo suelto a las trencitas y luego al traje ranchero. “El primer día en Rojo me dije: No voy a durar mucho”, admite ahora.

La “pequeña maravilla” de “Rojo” vive su éxito con la inocencia de sus 13 años. Dice que el Rafa es como su “papá en la tele”, que las matemáticas la tienen en aprietos, que ella es como Bellota de “Las Chicas Superpoderosas” y que no tiene muchos amigos. En su casa de Maipú aún se recupera de una operación a las amígdalas, pero el lunes fue a visitar a sus compañeros del programa. El mismo día que grabó la canción oficial de la Teletón 2003.

Cuando a María José Quintanilla le hablan de los puntos de ráting que marca su angelical sonrisa cada vez que aparece en pantalla, no sabe muy bien cómo seguir la conversación. Si le hablan de las 146 mil copias que ha vendido su disco “México lindo y querido”, tampoco. Pero háblenle de “Bob Esponja” o “Las Chicas Superpoderosas”. Hasta podría recitar la parrilla de Cartoon Network o Nickelodeon.

Muchos lo olvidan, pero la pequeña maravilla de “Rojo, fama contra fama” es todavía una niña. Una que da entrevistas, que viaja al extranjero a hacer promociones, que es invitada para que cante la canción oficial de la Teletón y que tiene un mánager que negocia sus contratos y presentaciones. Pero una niña al fin y al cabo, que, por ejemplo, cada vez que puede se come una pizza llena de champiñones.

La tenida con que se sienta en el living de su casa de Maipú para la entrevista -que mezcla un pantalón multicolor patas de elefante a rayas y la blusa de colegio- la delata por completo. Allí, al lado de una pared tapizada con los reconocimientos que dan cuenta de su disco multiventas y entre trofeos, galvanos y reconocimientos, la Jose habla sin complejos de su vida de minilola; de la enfermedad de su padre, de sus sueños y de cómo ha vivido su alejamiento obligado -por problemas de salud- del programa.

El lunes -cuando a la competencia de la tarde se sumó “ADN”, de Canal 13- estuvo de paso en el set de TVN y ese mismo día grabó el tema para la Teletón junto a Luis Jara. Poco a poco está retomando su agitada vida artística y por eso no pierde ocasión para hablar de su cuna televisiva. “Rojo no es sólo el lugar donde me di a conocer masivamente, sino que donde aprendí a superarme y a perfeccionarme; el programa me dio el pase para convertirme en lo que soy”, dice.

-¿Te acuerdas de tu primer día en el programa?

-Uuuuuh... Sí. Primero, el estudio era súper distinto a como es hoy día. Era incómodo, porque para cantar uno tenía que pararse en una redondela y después moverse como al escenario mismo. Entonces, era un lío que se formaba. Estaba medio incómoda.

-¿Nerviosa?

-Súper... Parece que el primer día me tocó cantar, y me hicieron la tremenda crítica. No salí muy bien del primer programa, salí como (hace el gesto de las comillas) la cabra chica que está tratando de ser grande. Cuando (Jaime) Coloma me dijo: “Anda a jugar con las muñecas”, fue fueeerte.

-¿Te fuiste desilusionada?

-El primer día me dije: “No voy a durar mucho”. Igual, yo sabía a lo que iba. Y como me di cuenta desde un principio que no confiaban en mí, quise revertir el caso y decirles que, a lo mejor, una cabra chica puede hacer mucho más de lo que hace un grande. Era (suelta una de sus interminables sonrisas) como una pelea de grandes contra chicos.

-Tuviste momentos difíciles en el programa.

-Sííí, es que tuve que cantar cuando mi papá estaba en el hospital (Reinaldo, que desde hace doce años sufre poliostitis reumatoidea). A veces tenía que cantar una canción triste y me emocionaba. Me acordaba de él y me ponía a llorar.

-Ahí siempre estuvo la figura del Rafa...

-(Piensa)... Es difícil hablar del Rafa. Al principio no lo podíamos mirar como un amigo, porque recién lo estábamos conociendo. Pero fueron pasando los meses y se fueron dando ocasiones en que necesitábamos apoyo de personas que no fueran nuestros familiares. A mí él siempre me apoyó, celebró mis triunfos y estaba cuando tenía un percance. Era como un papá en la tele.

-Estar dentro de “Rojo” debe ser como estar en el curso, en el colegio, con amigos y todo eso.

-Sí, mis mejores amigos por ejemplo, son la Jime, la Katherine Orellana, el Leandro, el Pablo, el Rodrigo, la Monse y el Mario.

-¿Y para ellos eres una más del grupo?

-El Pablo y el Rodrigo siempre me miman mucho y me abrazan. Me dicen: “Venga mi guagüita”, como si fuera una hermana chica.

-¿Acaso eso no te gusta?

-Sí, claro... pero si soy más chica, poh!

-¿Supiste de las bromas que le hizo “C.Q.C.” a Nelson Mauri sobre su sexualidad?

-No las vi, pero me enteré y me dio un poco de lata. Que a un niño le digan eso es bastante fuerte, no era la ocasión ni el momento preciso para decirlo. Yo sé que a los niños les afecta mucho eso.

-El mismo Nelson Mauri dijo después que “Rojo” estaba “medio fomeque”...

-(Interrumpe la pregunta y habla con energía) Yo veo el programa. Y cuando empiezan con los bailes, por ejemplo, no creo que sea fome.

-Tu operación a las amígdalas te obligó a dejar el programa por un tiempo. ¿Cómo fue verlo desde afuera?

-Mira, si te digo la verdad, necesitaba un descanso; yo en septiembre cumplí un año desde que entré a “Rojo”.

-¿Cómo asumes el hecho de que eres sinónimo de ráting en el programa?

-(Piensa un rato y se complica)... Yo creo que los grandes se deberían preocupar del ráting. Yo estoy para pasarlo bien, para cantar, para hacer lo que a mí me gusta, no para fijarme en el ráting. Cuando esté más grande recién me voy a preocupar de eso. Ahora (ríe) a vivir la vida.

“Soy enojona”

-¿Qué dirías si te pido que te definas como persona?

-Ya. Yo me encuentro una persona introvertida, un poquito desordenada, muy loca y enojona cuando algo me sale mal.

-Cuesta imaginarte peleando con esa carita.

-No, si no es que ande peleando todo el día tampoco.

-Eres muy cercana a tu mamá, siempre está contigo. ¿Cómo es ella?

-Ah, mi mamá es loca, igual que yo. Siempre quiso ser bailarina o modelo. Es la que me acompaña siempre a todas partes, me cuida, me mima, es cariñosa y tiene carácter fuerte. Cuando las dos nos enojamos, la casa anda patas pa'rriba.

-Parece que tu papá no lo hace nada mal regaloneándote.

-Uyyy, mira, él es un hombre que lucha siempre por ir al trabajo. Además, está orgullosísimo de su hija, lo da todo por la María José.

-Su enfermedad te ha provocado hartas penas también.

-Sí. Cuando estaba hospitalizado yo tenía que cantar.

-Ahí aprendiste eso de que el show debe continuar.

-Sí, ahí tuve que superar la pena y salir a cantar o a contar las copuchas. Me tenía que reír pero a lo mejor por dentro estaba triste.

-¿Cómo está él ahora?

-Mejor... Lo que pasa es que a lo mejor el día que se acuesta más bien, amanece peor. Cuando yo era más chiquitita no podía disfrutarlo mucho porque estaba hospitalizado o enfermo.

-Tu éxito lo debe ayudar harto.

-Él siempre dice que yo le doy fuerza para seguir con esto.

-¿Eres de muchos amigos?

-Tengo pocos amigos; es que esa palabra abarca mucho. Tengo dos amigas, la Camila Quiroz, que vive cerca de la plaza, y la Rossana, que vive cerca del colegio. Son simpáticas y me entienden. A veces, después del canal, iba a la casa de la Camila y estaba como hasta la una de la mañana haciendo las tareas. De repente no iba al colegio y ella me pasaba los cuadernos con la materia escrita y los dibujos hechos.

-Deben haber llegado “amigos nuevos” ahora con la fama.

-Algunas compañeras son así. De hecho las mujeres son más así que los hombres. Pero la Camila, por ejemplo, es mi amiga desde antes que empezara a cantar. Antes tenía más amigos hombres, porque siempre consideré que eran más fieles que las mujeres. Pero después se empezaron a ir a otros colegios y como que me quedan pocos amigos.

-A los 13 años, debes tener más de algún pretendiente.

-(Duda un poco)... No.

-¿Vas a fiestas?

-No, es que tuve malas experiencias.

-¿Lo pasaste mal?

-Sí, es que antes de que empezara a cantar tenía problemas con algunas compañeras que siempre han tenido un poquito de recelo. De hecho, un día iba a una fiesta y cuando llegué las puertas se cerraron. Yo había ido porque mi profesor, el señor García, me dijo que fuera, porque iba a estar todo el curso. Lo que pasa es que yo siempre he sido como el alma de la fiesta. Yo levantaba todas las fiestas y todos se ponían a bailar.

-Pero eso fue hace tiempo.

-Después tuve otras experiencias. Cuando empecé a cantar tuve más problemas todavía. Es que hay algunas personas a las que le molesta que yo destaque. Fue ahí cuando aprendí a elegir: estos son amigos y estos compañeros, si es que se pueden llamar compañeros.

-Con tanto trabajo, ¿cómo lo haces para que te vaya bien en el colegio?

-Ahora me ha ido súper bien. No es que sea matea, porque tampoco tengo las mejores notas del curso, pero tampoco son las más bajas. Lo que pasa es que me gusta estudiar... algunos ramos

-¿Cuál no te gusta?

-No me gusta mucho matemática. Es que cuando estuve enferma falté una semana y estaban pasando el área y el perímetro. Entonces eso me tiene así la cabeza (indica como si su cabeza hubiese crecido) porque todavía no lo puedo entender.

-A los 13 años a todos nos preguntan qué queremos ser cuando grandes. ¿Tú...

-Yo quiero ser periodista.

-Pero, ¿y la música?

-No, es que yo voy a ser cantante, pero esto se puede acabar en cualquier minuto; por eso uno tiene que tener estudios o algo que te dé un respaldo, como una carta bajo la manga.

-Pero, ¡¿periodista?!

-Es que me gustan las comunicaciones.

-En la tele, ¿qué ves además de “Rojo”?

-No veo mucha tele... ahora he visto un poco más. Igual me da risa, es que veo dibujos animados.

-¿“Bob Esponja”?

-¡Sííííííííí!, y “Las Chicas Superpoderosas”. Yo soy Bellota, porque es fortachona. También veo “El detective Conan”, “Ed Edd y Eddy”.

El miedo a perder la voz

-La operación a las amígdalas del mes pasado, ¿fue muy terrible?

-Nooo, fue súper chistoso.

-...

-Es que estaba en pabellón, antes de que me operaran, y llegaron las enfermeras y me dijeron: “Antes de que te operen me puedes dar tu autógrafo y te juro que la anestesia no te va a doler nada”. Cuando terminé de dar autógrafos no me encontraron la vena para la anestesia y tuvieron que pasar al otro brazo.

-¿Tuviste miedo?

-Es que como había tanta gente en ese momento no me di ni cuenta. Igual sentí un poquito de susto, pero como estaban todas conversándome no fue tanto, además que me quede dormida.

-¿Y después de la operación?

-Ufff, después, cuando me desperté dije: “¡Me operaron de los ojos!”, porque no veía nada. Me saqué la mascarilla, miré para los lados y vi todo borroso, tragué saliva y me dolió. Pero se me pasó cuando me di cuenta de que podía respirar por la nariz.

-¿Nunca temiste perder la voz?

-Sí, sí. Lo que pasa es que como estuve tanto tiempo sin cantar y sin hablar, llegué a creer que iba a perder la costumbre, y me pregunté si me iba a salir la voz como antes. Me cuestioné harto eso.

-Pero era algo más allá de los físico.

-Era como sicológico. ¿Iré a cantar como antes?, ¿y si no?, bueno, voy a tener que empezar todo de nuevo. ¿Y si me cambió el registro? Ahí empezaron las complicaciones. Pero cuando entré al fonoaudiólogo, me dijo que nada había cambiado, que estaba bien.

-¿Te acostumbras a ser famosa a los 13 años, a dar entrevistas, a que te pregunten cosas personales?

-...No me molesta, peeero hay que acostumbrarse.

-¿Y has pensado bien qué significa vender 146 mil discos en tres meses?

-Es que yo... ¿Sabes qué?, yo canto, y sé que los discos de platino significan mucho, pero a mi edad no quiero entrar a preocuparme de hacer un disco porque quiera lograr tantos platino, yo quiero hacer un disco porque quiero cantar y mostrarle a la gente todo lo que puedo hacer. Muchos me han preguntado si he asimilado cuántos discos he vendido, y yo nooo. Es lo mismo que con el ráting, dejemos eso al gerente de Sony, a mi mánager...

-Has ganado plata con tu carrera. ¿Qué estás haciendo con ella?

-La estoy juntando para la enfermedad de mi papá, porque no es una enfermedad barata.

-¿Y quieres ir al Festival de Viña?

-Sí.